
¡Hola!
Mi nombre es Susana y soy la persona que está detrás de trece alfileres.
Nuestra historia
Desde que era pequeña me ha gustado bordar. Soy completamente autodidacta y he aprendido a base de probar cosas nuevas e intentar mejorar cada día.
Conforme fui creciendo, bordaba como si de un lienzo se tratase a personajes que me gustaban, y cree un Instagram para que todos pudiesen conocer mis bordados.
Fue en enero de 2022 cuando se casó mi amiga Isabella y me pidió que le hiciese porta alianzas para regalárselos a las parejas que se casaban. Fue una experiencia increíble, porque también estaba bordando bastidores para otras amigas mías, que iban a tener un recuerdo de las dos. De esta forma, estas mismas también se lo fueron regalando a otras el día de sus bodas, creando así una tradición que nos incluye a todas, y un recuerdo para toda la vida.
Poco a poco fuimos creciendo hasta crear Trece Alfileres. Quisimos honrar el amor y a la ciudad de Madrid, por eso elegimos ese nombre. En el Madrid del siglo XIX comenzó una de las tradiciones más populares de la capital. Las modistillas que deseaban encontrar pareja se acercaban a la Ermita de San Antonio de la Florida con 13 alfileres que echaban en la pila de agua bendita, para a continuación pasar la mano sobre ellos. Al retirarla, el número de alfileres que se hubiesen quedado pegados en la palma significaba el número de novios que tendría durante el año.
El origen de la tradición se remonta al milagro de San Antonio de Padua, cuya imagen cobró vida dentro de una iglesia para hacer cambiar de idea a un joven que no quería casarse con su novia. La intervención del santo hizo que el chico recapacitase y le pidiese matrimonio a su amada.


